El hombre neolítico descubrió la posibilidad de utilizar otros
materiales. La arqueología descubrió un colgante de cobre de 9.300 años.
A partir del VI milenio, el metal influye en la civilización
iniciándose un nuevo periodo de la evolución de la Humanidad,
determinado por el avance de la metalurgia:
La Edad del Cobre, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Los hombres de Anatolia, daban forma al oro y al cobre hacia el 6500 a.C.
El hombre trabajó el cobre en frío, martilleándolo y cincelándolo, luego
descubrió que podía extraer el metal del mineral, por fusión,
observando las huellas de cobre que quedaban al cocer los polvos de
óxidos de cobre con agua. Los alfareros pintaban sus obras para teñirlas
de azul. El moldeado en caliente del metal le permitirá realizar
herramientas más eficaces y elaboradas.
Los hombres aprenden a colar el bronce en moldes dejando un hueco en el
instrumento a fabricar con ellos e inventan el procedimiento de la cera
perdida. El avance de la metalurgia va unido al perfeccionamiento de los
hornos, alcanzando las temperaturas necesarias para el trabajo, sin
despreciar el papel de los alfareros.
El metal y el auge de los intercambios con el bronce y el hierro también
se intercambian minerales, lingotes o productos acabados. En torno a
los metales y la explotación de las minas se desarrolla un comercio. La
demanda de metales estimula la explotación de las minas de Europa
Central y de España. Al mismo tiempo se difunden las técnicas hacia el
Este: los pueblos del valle del Indo trabajan el cobre y dominan las
aleaciones entre 2.500 y 2.000 años. El moldeado del bronce se
desarrolla en China en el II milenio, no sabemos si introducido por los
herreros extranjeros o descubierto por los alfareros.Video
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